miércoles, 25 de julio de 2007

Y la crónica del jueves a cargo del Niño fluorescente 2, también conocido como Polo de limón

El jueves, el canje de la pulserita y un hambre desaforada (el kebab sigue siendo el mejor alimento, por así llamarlo, que sirven en este festival) me impidieron ver parte del concierto de Mando Diao. Con lo que pude escuchar y los comentarios del polo de naranja tengo que llegar a la conclusión de que el directo de estos chicos está un punto por debajo de lo esperable, aunque
no dejan de ser entretenidos.

Tras el concierto de Iggy Pop uno puede llegar a preguntarse cómo un tipo de su edad y con la vida que ha llevado puede pasarse una hora dando botes, berreando y corriendo sin inmutarse. Yo no lo hacía ni con quince años. El repertorio fue un poco inferior al que ofreció en el Xacobeo, hace unos años, pero si de lo que se trata es de energía, ni Red Bull ni leches, a ver si embotellan a este tío y lo venden. Mención aparte merece el tiempo que se pasó para bajar del escenario a la pequeña multitud que subió con él a mitad de concierto. El truco está visto pero sigue llamando la atención.

Bright Eyes lo cierto es que me sorprendió. Al contrario que el polo de naranja no soy un fan empedernido. De este chico unas cosas me gustan más y otras menos pero en directo convierte un repertorio que a veces puede resultar algo pesado en una verdadera demostración de saber hacer. Hay que valorar a los grupos que transforman sus canciones para convertir ciertas sutilezas, que en estudio tienen su sentido, y darles esa energía que necesita el directo. Notable alto tirando a sobresaliente, incluyendo el vestuario, la iluminación y demás añadidos.

De Los Planetas poco que decir, entre otras cosas porque cierto incidente me impidió prestarles toda mi atención, pero la sensación es la de siempre: sonido mediocre y la impresión de que los mejores tiempos de esta gente ya pasaron (tengo que decir que el último disco no le he escuchado, el texto de presentación de su web me dio tanta vergüenza ajena que aún no he sido capaz de ponerme a ello).

Y de ahí a dormirla, que había muchos días por delante.

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